La última versión de SpaceX de su megacohete Starship, la “Versión 3”, encontró problemas estructurales durante las pruebas iniciales en tierra, lo que generó dudas sobre su preparación para los próximos vuelos y el programa de aterrizaje lunar de la NASA. El primer propulsor V3, el Booster 18, sufrió daños importantes en la sección de su tanque de oxígeno líquido (LOX) durante las pruebas de presión el viernes 21 de noviembre, apenas un día después de que comenzaran las pruebas.
Fallo estructural durante las pruebas
El daño, como está documentado en imágenes compartidas por observadores de vuelos espaciales, muestra la parte inferior del propulsor colapsada hacia adentro, asemejándose a un contenedor aplastado. SpaceX confirmó la anomalía en una publicación en X (anteriormente Twitter), afirmando que no se había cargado ningún propulsor ni se habían instalado motores en el momento del incidente.
“Booster 18 sufrió una anomalía durante la prueba de presión del sistema de gas… Nadie resultó herido ya que mantenemos una distancia segura para el personal durante este tipo de pruebas”.
Actualmente, la empresa está investigando la causa del fallo pero aún no ha proporcionado una explicación detallada. El incidente subraya los desafíos de ampliar el enorme vehículo Starship, que se basa en una construcción de acero inoxidable y motores Raptor experimentales.
Mejoras y contratiempos de V3
La versión 3 representa una mejora con respecto al V2 Starship anterior, que logró dos vuelos de prueba exitosos en agosto y octubre de 2024. El propulsor V3 es aproximadamente 5 pies más alto que el V2 y cuenta con un anillo integrado de “etapa caliente” para mejorar la separación de etapas. También está diseñado para funcionar con los motores Raptor 3 más potentes de SpaceX y utilizará menos aletas de rejilla aerodinámicas, pero más grandes, para el control del descenso.
A pesar del reciente éxito de V2, este revés con V3 resalta los continuos problemas de desarrollo inherentes al enfoque rápido de creación de prototipos de SpaceX. El incidente probablemente retrasará las pruebas de vuelo y podría afectar el cronograma de la misión Artemis 3 de la NASA, que depende de Starship como módulo de aterrizaje lunar.
Planes de contingencia de la NASA
La NASA ha contratado a SpaceX para llevar astronautas a la luna para 2027, pero los cronogramas internos de SpaceX sugieren que la misión puede no ocurrir hasta 2028. El daño reciente al Booster 18 ha llevado a la NASA a considerar opciones alternativas de aterrizaje lunar, dado el retraso en el progreso de SpaceX.
El ex administrador de la NASA, Jim Bridenstine, criticó recientemente el diseño de Starship en una audiencia en el Senado, citando la necesidad de hitos adicionales, incluida la transferencia criogénica de combustible en órbita y los aterrizajes lunares sin tripulación. Estos requisitos, combinados con la docena o más de lanzamientos de Starship necesarios para alimentar un módulo de aterrizaje lunar en órbita, plantean preocupaciones sobre la viabilidad del enfoque actual de SpaceX.
El fracaso del Booster 18 arroja dudas sobre si SpaceX podrá cumplir con el cronograma de la NASA, lo que deja a la agencia sopesar sus opciones mientras se prepara para devolver humanos a la luna.
