Para quienes no están familiarizados con las complejidades de las negociaciones climáticas internacionales, las conferencias anuales de la ONU sobre el cambio climático, conocidas como COP, pueden parecer desconcertantes. Decenas de discusiones simultáneas, agendas cargadas de jerga y un desfile aparentemente interminable de delegados pueden dificultar la comprensión de lo que realmente está sucediendo. Afortunadamente, el libro publicado póstumamente de Peter Betts, The Climate Diplomat: A Personal History of the COP Conferences, proporciona una valiosa perspectiva interna sobre estas reuniones críticas.
Comprender el funcionamiento interno de una COP
Betts, una figura legendaria en los círculos de la COP y ex negociador climático principal para el Reino Unido y la UE, ofrece una visión poco común de las realidades de la diplomacia climática. Su libro rastrea la evolución de estas cumbres, comenzando con su participación en la política climática internacional del Reino Unido en 1998 y, en última instancia, ofrece una explicación detallada de cómo funcionan las COP.
Contrariamente a la percepción popular, la vida de un negociador climático está lejos de ser glamorosa. Los equipos nacionales dedican años a la planificación estratégica y a tácticas de negociación, sólo para pasar las cumbres confinadas en edificios temporales, a menudo en condiciones no ideales. Betts relata experiencias como oficinas de delegaciones ubicadas en estacionamientos que apestaban a combustible y comida que consistía principalmente en panecillos insípidos producidos en masa. Estos detalles subrayan una verdad fundamental: los diplomáticos climáticos están impulsados por una creencia profundamente arraigada de que este es el mejor camino hacia la resolución de la crisis climática.
Las diversas cuestiones en juego
La enorme variedad de temas discutidos en una COP es asombrosa. Las naciones ponen sobre la mesa diversas prioridades: algunas buscan una mayor asistencia financiera para el desarrollo, otras presionan por objetivos ambiciosos de reducción de emisiones, mientras que otras, lamentablemente, trabajan activamente para impedir el progreso. Para agravar el desafío, cada nación está limitada por su propia política interna, realidades financieras y perspectivas culturales.
En medio de este complejo panorama, los negociadores enfrentan la formidable tarea de alcanzar un consenso unánime sobre los próximos pasos para abordar el cambio climático. Esto requiere una diplomacia hábil y voluntad de llegar a acuerdos.
Detrás de escena en cumbres clave
The Climate Diplomat realmente brilla cuando ofrece relatos detrás de escena de cumbres importantes como Copenhague, París y Glasgow. Nos enteramos de conferencias de prensa improvisadas que descarrilan las negociaciones, de primeros ministros que “comen galletas robóticamente” durante reuniones críticas y de ocasionales estallidos de frustración. El libro también proporciona información valiosa sobre la dinámica de Whitehall y el impacto de las campañas climáticas, destacando tanto los éxitos como los casos en los que las estrategias de lobby han obstaculizado el progreso sin darse cuenta.
La importancia de la diplomacia para abordar el cambio climático
Si bien algunos críticos descartan las COP como festivales de charlas improductivas, la evidencia sugiere lo contrario. Antes del histórico Acuerdo de París de 2015, se proyectaba que el mundo enfrentaría un calentamiento catastrófico de 5°C para finales de siglo. Una década después, gracias a esfuerzos diplomáticos sostenidos, esa trayectoria se ha reducido a aproximadamente 2,7°C. Si bien aún está lejos del objetivo, esto representa una mejora significativa y demuestra el poder de la diplomacia para mitigar el cambio climático.
En conclusión, el libro de Peter Betts ofrece una mirada incomparable al mundo de la diplomacia climática, a menudo pasado por alto, y revela la dedicación, los desafíos y, en última instancia, el potencial para un cambio positivo dentro de estas reuniones internacionales cruciales. Subraya que a pesar de las complejidades, las cumbres de la COP desempeñan un papel vital en la configuración de nuestra respuesta a la crisis climática global.
