El día que la Tierra se detuvo: una nueva exhibición recrea el impacto de un asteroide que mató a los dinosaurios

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NUEVA YORK – El catastrófico impacto de un asteroide hace 66 millones de años acabó con los dinosaurios no aviares y reformó la vida en la Tierra. Ahora, el Museo Americano de Historia Natural (AMNH) en la ciudad de Nueva York está presentando “Impact”, una exhibición innovadora que sumerge a los visitantes en la ciencia detrás de este evento que altera el planeta. La exhibición no solo muestra qué sucedió, sino cómo los científicos reconstruyeron la historia a lo largo de siglos, revelando un final violento del período Cretácico.

Un golpe cataclísmico

En un día normal de primavera, un asteroide del tamaño aproximado del Monte Everest se estrelló contra lo que hoy es la Península de Yucatán. La fuerza del impacto, equivalente a 10 mil millones de bombas atómicas, incineró instantáneamente los bosques cercanos, elevando las temperaturas a 500 grados Fahrenheit. Algunos animales, incluidos grandes dinosaurios, perecieron en la explosión inmediata, mientras que otros buscaron refugio bajo tierra o bajo el agua. Pero la destrucción inicial fue sólo el comienzo.

El impacto expulsó una enorme nube de cenizas y polvo a la atmósfera, envolviendo al planeta en oscuridad y provocando un invierno global. Perlas de vidrio llovieron hasta Wyoming, mientras deslizamientos de tierra, terremotos y tsunamis se extendieron por todo el mundo. Esto no fue sólo un desastre local; fue un trastorno planetario.

Desentrañando el misterio

La historia del impacto del asteroide no se resolvió de la noche a la mañana. Durante siglos, los geólogos notaron una capa oscura de arcilla en el registro de roca sedimentaria (el límite K-Pg) que marca el punto donde los fósiles de dinosaurios desaparecieron abruptamente. Pero la causa permaneció desconocida hasta la década de 1980, cuando los científicos Walter y Louis Alvarez descubrieron una concentración inusualmente alta de iridio (un elemento raro en la Tierra pero abundante en las rocas espaciales) dentro de esta capa.

Este descubrimiento desafió la teoría científica predominante del gradualismo, que sostenía que los cambios geológicos y evolutivos ocurren lentamente durante extensos períodos. El impacto del asteroide demostró que acontecimientos catastróficos podrían cambiar la vida en la Tierra en un instante.

Un esfuerzo multidisciplinario

Recomponer la historia completa requirió décadas de colaboración entre expertos de diversos campos. Los especialistas en meteoritos identificaron el lugar del impacto como el cráter Chicxulub en México. Los paleontólogos de invertebrados descubrieron evidencia de una acidificación generalizada de los océanos basada en la muerte masiva de criaturas microscópicas llamadas foraminíferos. Los biólogos evolucionistas y paleobotánicos documentaron la lenta recuperación de la vida a través del registro fósil.

Como dijo Denton Ebel, experto en meteoritos del AMNH: “Ha sido una tremenda fusión de ideas”.

La experiencia de exhibición

La exposición “Impact” lleva a los visitantes a un viaje cronológico a través del evento. En primer lugar, encuentran panoramas inmersivos que representan la vida al final del período Cretácico, con mosasaurios cazando plesiosaurios en los océanos y triceratops deambulando por bosques prehistóricos.

A continuación, un cortometraje detalla la devastación inmediata causada por el impacto del asteroide. Finalmente, la exposición destaca las consecuencias, mostrando cómo la vida se recuperó lentamente y cómo nuevos organismos, como los mamíferos, llenaron los nichos ecológicos dejados por la extinción de los dinosaurios.

Una advertencia para el futuro

En última instancia, el curador de AMNH, Roger Benson, espera que los visitantes se vayan con una sensación tanto de la fragilidad como de la resiliencia de la vida. La exposición sirve como claro recordatorio de que los acontecimientos catastróficos pueden remodelar el planeta y que la humanidad está provocando actualmente otra extinción masiva.

“Vivimos en un planeta cambiante”, dijo Benson. “Las tasas de extinción de especies en los últimos 100 años pueden ser comparables a las que ocurrieron durante los eventos de extinción masiva del pasado. Pero todavía estamos a tiempo”.

La exposición “Impact” se abrió al público el 17 de noviembre y ofrece una visión escalofriante del pasado de la Tierra y una advertencia aleccionadora sobre su futuro.